En un tibio partido, Alianza Petrolera dejó ir dos puntos en su patio, evidenciando un problema que ya se había asomado en el juego contra el Deportes Quindío: una defensa floja, especialmente por el costado derecho.
El estratega Wilson Gutiérrez trató de resolver dicho inconveniente al utilizar en este partido contra el Pereira a Juan Daniel Roa, pero, pero fue igual o peor que lo hecho en Armenia por su hermano, Santiago, pues ni apoyó, ni atacó: el experimentado ex Santa Fe regaló un balón saliendo y la visita pasó factura.
La reacción aurinegra tras el tempranero gol de los matecañas no fue clara, pues Edwin Torres trataba de hacer daño por derecha, consiguiéndolo siempre pero en la última jugada o tomaba malas decisiones o no encontraba el respaldo de sus compañeros.
Para el segundo tiempo se mejoró con el ingreso de Cléider Alzate, quien acompañó más a Palacios pero se dejó en el campo a Acosta, de pésimo debut. Este fue quien debió salir y dejar a Mancilla, pues se corría un gran riesgo al dejar a Flórez solitario en las labores de recuperación, como a la postre pasaría.
El empate llegó en los pies de Torres, un justo premio a quien más hizo en ataque por el local.
La presión aliancista terminó en una jugada de penalti que cristalizó Brayan Garcés. Sobre el final, nuevamente falla Carlos Pérez, quien que se deja anticipar en un cobro desde la izquierda, peinan el balón y la visita empata.
Mucho trabajo le falta al elenco de Barrancabermeja pues luce desordenado en defensa, con problemas en la creación y arriba, donde Gil fue una golondrina veranera: ya ni asusta.
Hay tiempo para corregir y ojalá que los directivos revisen el lateral derecho. Lo mejor será mirar la posibilidad de traer un jugador.